Artículo de Habitissimo: «7 pecados que cometes en la cocina»

Las cocinas de hoy en día son un espacio clave en los hogares españoles. Ya no es solo el lugar donde cocinamos, es también lugar de encuentro con amigos, de conversación, y de desayunos muy largos los fines de semana. Por eso, hay que prestarle mucha atención y mucho cariño -sea cual sea nuestra cocina- porque hay que intentar sacar lo mejor de cada una de ellas. 

Sin embargo, a veces nos empeñamos en saturarlas de muebles, elegir mobiliario muy poco práctico o pintar las paredes de colores demasiado oscuros… Y al final, ¿qué pasa? Que nos damos cuenta de los errores cometidos. ¿Quieres saber cuáles son los 7 pecados que cometemos en la cocina? 

1. Saturarlas de muebles 

Uno de los errores más comunes es llenar la cocina de muebles: por arriba, por abajo, alguno auxiliar, etc. Y al final, resulta que nuestra cocina se nos queda diminuta y ya no nos gusta tanto. Lo que hay que intentar es ver la manera de tener almacenaje suficiente, eso por supuesto, pero de una manera más estética y sobre todo, aprovechando el espacio que ofrezca nuestra cocina. Quizá tengas que sacrificar algún mueble superior y poner en su lugar baldas que aligeran mucho visualmente, y también te servirán para organizarlo todo.

2. Quedarnos cortos de muebles

¡Ojo, que también puede ocurrir lo contrario! Que queramos ser tan minimalistas y tener una cocina tan amplia que nos quedemos cortos de muebles y no podamos resolver esas necesidades de almacenamiento que todos tenemos en la cocina. Luego vienen los problemas, ¿dónde guardo las sartenes, las cacerolas, si no tengo sitio? Y al final, optamos por no usar demasiado la cocina porque no nos parece práctica. 

Nuestro consejo es que te dejes asesorar bien por un profesional que entienda tus verdaderas necesidades y te ayude a resolverlas.

3. Ser muy atrevidos con los colores

Muchas personas quiere darle un aire nuevo a su cocina y se atreven a elegir colores un poco estridentes o de moda. Con el tiempo, esos colores pueden cansarnos y no siempre es posible cambiarlos. Lo mejor es ver cómo es el espacio con el que cuentas, si es una cocina luminosa u oscura -clave en este punto- y a partir de ahí, jugar con combinaciones más atemporales y que no suelen cansar tan rápidamente. Las que no fallan: blanco y negro, blanco y gris y blanco y beige.

Nuestro consejo es que hagas varias pruebas de combinación de colores antes de lanzarte a la aventura y elegir uno muy atrevido.

4. Dejar la iluminación para el final

Uno de los errores más habituales es no pensar en la iluminación desde el momento cero. Y ahí está el problema, lo dejamos para más adelante y a veces, ya no tiene solución. Pensar en la iluminación como punto de partida junto con la distribución de la cocina y zonas de trabajo es quizá, la parte más importante cuando abordamos una reforma. Los muebles, el tipo de material y los electrodomésticos pueden elegirse en una fase posterior, pero la luz y cómo vayamos a disponer de ella en la cocina hay que tenerlo en mente desde el principio.

5. Equivocarnos al elegir los materiales

Otro de los pecados más habituales es la elección de los materiales: a veces no estamos bien asesorados o creemos que un material tiene unas propiedades que luego no son. Conviene tener muy claro cómo vamos a usar la cocina, qué vida útil le vamos a dar y ver si nos interesa más una encimera de madera o una de algún material más resistente. Hay que sopesar la estética y la funcionalidad.

6. No destinar un espacio para comer en la cocina

Es verdad que no todas las cocinas son lo suficientemente grandes como para tener un comedor en ellas. No pasa nada, hay que adaptarse a lo que cada uno tenga. Pero sí es muy práctico tener una barra, una pequeña mesa (quizá plegable) o una encimera más extensa para poder utilizarla a modo de desayuno rápido o para una cena para dos. La comodidad de comer o cenar en la cocina, cuando se tienen hijos, es muy valorada por la mayoría de las familias.

7. No adaptar la cocina a la planta original

No nos engañemos: algunas cocinas tienen una planta poco convencional y no es cuadrada o rectangular, sino que tiene forma trapezoidal o rincones. Hay que ser positivo e intentar sacarle el mayor jugo a este tipo de espacios, que ya os adelanto, se puede. Un profesional podrá decirte de qué manera aprovechar más esos espacios irregulares que en un principio te pueden parecer inservibles y a partir de ahí, verás como te enamoras de tu cocina.